17 de diciembre

El deseo de Dios

"Como la cierva anhela las corrientes de agua, así mi alma te anhela a ti, oh Dios."

— Salmo 42, 2

Señor que vienes,

Mi alma Te desea. Este deseo profundo de Tu presencia, de Tu venida, de Tu cercanía. Un deseo que se intensifica a medida que se acerca la Navidad.

Ven, Señor, no tardes. Ven a enseñarnos, guiarnos, salvarnos. Nuestra espera es grande, nuestro deseo intenso.

Que mi oración sea profunda, deseante, confiada. Que clame a Ti con todo mi ser: Ven, Señor Jesús.

Amén.

Reflexión

¿Cómo es tu oración en este tiempo de preparación? ¿Expresa verdaderamente tu deseo de la venida del Señor?

Para que nuestra oración sea auténtica y profunda.

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